Fausto Polvorinos ha sido testigo de todos los
fenómenos meteorológicos destacados que han ocurrido en la provincia en los
últimos 28 años. Llegó al Centro Meteorológico de Málaga en
febrero de 1988 y le pilló de servicio el día que
empezaron las inundaciones del 89. «Estaba en el aeropuerto y
ya no pudimos salir porque nos quedamos aislados», recuerda. El jefe de
predicción de Aemet comenta las circunstancias de la nevada.
Fuente: diariosur.es
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